La instalación de cargadores eléctricos para vehículos es un paso esencial en la adopción de la electromovilidad en Chile. La creciente demanda de vehículos eléctricos ha hecho que la infraestructura de carga sea una necesidad tanto para hogares como empresas.
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El servicio de instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos es esencial para satisfacer la creciente demanda de electromovilidad en Chile. Garantiza una carga eficiente y segura, adaptada a las necesidades específicas del usuario y su vehículo.
La instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos es crucial para apoyar la transición hacia un transporte más sostenible. Permite la comodidad de cargar el vehículo en casa o en la empresa y fomenta el uso de vehículos eléctricos, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
A continuación, se detallan los pasos clave para instalar y operar eficientemente un cargador de vehículo eléctrico.
Al considerar la transición hacia vehículos eléctricos, es crucial definir el sistema de carga, el cual influye en la operatividad y costos. Aspectos como el esquema de carga, disponibilidad del vehículo, costo de instalación, tipo de obra y tarifa eléctrica son determinantes. La instalación del cargador requiere pasos específicos, donde Energo cumple un rol central en la evaluación y ejecución del proyecto.
Comienza con la asesoría de Energo. Este paso es crucial para estimar la potencia mínima del cargador necesaria, basándose en el rendimiento del vehículo eléctrico y el nivel de actividad diario.
Elige el cargador con la potencia adecuada. Considera el tipo de conector del vehículo y define el modo de carga según tus necesidades operativas.
Comprueba si la potencia del empalme eléctrico de tu hogar puede soportar la carga del vehículo, además de la demanda de energía existente.
Sigue la normativa vigente para la instalación del punto de carga. Esto incluye solicitar factibilidad de suministro eléctrico, inscribir la instalación en la plataforma web de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, y considerar distintas tarifas eléctricas según el perfil de carga.
Descarga la guía realizada por el Ministerio de Energía:
Entender los diferentes tipos y características de los cargadores de vehículos eléctricos es esencial para garantizar una carga eficiente y segura.
Los vehículos completamente eléctricos (BEV) utilizan baterías recargables como única fuente de energía. Los cargadores para estos vehículos están diseñados para proporcionar una carga rápida y eficiente. Estos cargadores suelen tener una capacidad alta, lo que permite completar la carga en menos tiempo.
Los vehículos híbridos enchufables (PHEV) combinan un motor de combustión interna con una batería recargable. Los cargadores para PHEV están adaptados para ofrecer la flexibilidad necesaria para estos vehículos, permitiendo una carga más lenta que puede ser suficiente para sus baterías generalmente más pequeñas.
Los cargadores de corriente alterna (AC) son los más comunes y se utilizan principalmente en entornos domésticos y comerciales. Proporcionan una carga más lenta comparada con la corriente continua, pero son más económicos y fáciles de instalar. La mayoría de los vehículos eléctricos pueden utilizar cargadores de AC con diferentes niveles de potencia, desde 3,6 kW hasta 22 kW.
Los cargadores de corriente continua (DC) son capaces de ofrecer una carga mucho más rápida. Estos se usan principalmente en estaciones de carga públicas y son ideales para viajes largos donde se requiere una rápida recarga. Los cargadores de DC pueden proveer potencias desde 50 kW hasta más de 350 kW, reduciendo el tiempo de carga a unos 30 minutos para alcanzar el 80% de la capacidad de la batería.
Para conectar el vehículo al cargador, existen diferentes tipos de enchufes o conectores. Los más comunes incluyen:
La carga de vehículos eléctricos se puede realizar en diferentes modos:
La carga de vehículos eléctricos en casa tiende a ser más económica que en las estaciones públicas. Los costos residenciales oscilan entre $110 a $140 por kW, dependiendo de la tarifa eléctrica local. Además, al cargar en casa, los usuarios pueden ahorrar tiempo y evitar los precios variables de las estaciones públicas.
En Chile, hay diversos incentivos económicos para fomentar la instalación de cargadores eléctricos. Subsidiar la instalación de puntos de carga y el uso de vehículos eléctricos es una política clave para reducir la dependencia de combustibles fósiles. Los usuarios pueden aprovechar estos beneficios para minimizar los costos iniciales de instalación.
Utilizar energía eléctrica para cargar vehículos reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que la adopción masiva de vehículos eléctricos puede disminuir la huella de carbono del sector transporte, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
Instalar cargadores eléctricos impulsa el uso de energías limpias, especialmente si la electricidad proviene de fuentes renovables. Esto no solo mejora la calidad del aire, sino que también apoya la transición hacia un modelo energético más sostenible. La integración con sistemas fotovoltaicos es una opción viable y cada vez más popular.
Realizar la instalación de un punto de carga sin experiencia puede conllevar serios riesgos. Los errores en la conexión eléctrica pueden ocasionar cortocircuitos, sobrecargas o incluso incendios. La incompatibilidad del cargador con el sistema eléctrico existente es otro potencial problema que podría dañar tanto el vehículo como la instalación eléctrica del hogar.
En Chile, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) establece normas rigurosas para garantizar la seguridad de las instalaciones eléctricas. Es obligatorio cumplir con las especificaciones técnicas y utilizar equipos certificados. La instalación debe ser realizada por un instalador autorizado con licencia SEC como Energo, quien emitirá un certificado de cumplimiento tras finalizar la obra.
Para cargar un vehículo eléctrico en casa, es necesario disponer de una instalación eléctrica adecuada capaz de soportar la carga adicional. Esto incluye tener una toma de corriente cercana al lugar de estacionamiento, preferiblemente en el garaje. En Energo evaluaremos si la infraestructura eléctrica existente puede soportar el uso de un cargador y, de ser necesario, realizará ajustes o mejoras.
Cargar el auto eléctrico en casa brinda la comodidad de poder realizar la recarga nocturna mientras el vehículo no se usa, optimizando el tiempo y asegurando que el auto esté listo para el uso diario. No es necesario desplazarse a una estación de carga pública, lo cual ahorra tiempo y recursos.
La carga en casa bajo condiciones controladas puede extender la vida útil de la batería del vehículo. La posibilidad de programar la carga durante las horas de menor demanda eléctrica también contribuye a un uso más eficiente de la energía, minimizando picos de consumo y posibles recalentamientos.
Los vehículos completamente eléctricos (BEV) funcionan exclusivamente con energía almacenada en baterías recargables y no incluyen un motor de combustión interna. Por otro lado, los vehículos híbridos enchufables (PHEV) combinan un motor eléctrico, que puede cargarse enchufándolo a la red, con un motor de combustión interna que entra en funcionamiento cuando se agota la batería eléctrica.
El costo de instalar una estación de carga en casa puede variar ampliamente según el tipo de cargador y las características de la instalación eléctrica del hogar. Generalmente, los costos se dividen en la adquisición del cargador, la instalación profesional y el mantenimiento. Un cargador promedio puede costar entre $500.000 y $1.500.000 CLP, mientras que la instalación puede añadir entre $200.000 y $500.000 CLP, dependiendo de los requerimientos específicos.
Cargar un vehículo eléctrico en casa suele ser más económico que en estaciones de carga públicas. En sistemas de carga residencial, el costo por kWh es generalmente más bajo debido a las tarifas hogareñas. Las estaciones de carga públicas pueden tener tarifas más altas que incluyen costos de uso y mantenimiento de la infraestructura.