Introducción a la Huella de Carbono Corporativa
La huella de carbono corporativa representa el total de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por una empresa. En el contexto actual, donde la sostenibilidad es crucial para el éxito empresarial, medir y entender esta huella es fundamental. No solo ayuda a las organizaciones a identificar y reducir su impacto ambiental, sino que también mejora su imagen corporativa, facilita el cumplimiento de regulaciones y abre puertas a nuevos mercados y oportunidades de inversión centrados en la sostenibilidad.
El compromiso ambiental de nuestro cliente
Nuestro cliente, consciente del creciente impacto ambiental de las actividades corporativas, asumió un compromiso firme con la sostenibilidad. Esta responsabilidad ambiental les llevó a calcular su huella de carbono, entendiendo que conocer y controlar sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) es el primer paso para implementar estrategias efectivas de reducción. Este paso no solo refleja su dedicación a proteger el medio ambiente, sino que también subraya su liderazgo en la adopción de prácticas empresariales responsables y sostenibles.
Proceso de cuantificación: normas y metodologías
El proceso de cuantificación de la huella de carbono 2021 de nuestro cliente se rigió por la norma NCh ISO 14064/1:2019 y las directrices del Programa Huella Chile. Este marco proporcionó una metodología clara y estandarizada para medir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en tres alcances:
- Emisiones directas de operaciones propias.
- Emisiones indirectas de la energía adquirida.
- Emisiones indirectas asociadas a las actividades de la empresa.
Este enfoque aseguró una evaluación completa y precisa de su impacto ambiental.
Alcance de las emisiones: de lo directo a lo indirecto
El cálculo de la huella de carbono de nuestro cliente abarcó emisiones directas y dos tipos de emisiones indirectas. Las directas provienen de los procesos industriales, logísticos y organizacionales propios de la empresa. Las emisiones indirectas incluyen aquellas relacionadas con el consumo de energía eléctrica y las generadas por la operación de sus instalaciones, así como por servicios y subcontratos vinculados a sus líneas de negocio en Chile. Este enfoque integral asegura un análisis exhaustivo de su impacto ambiental.